Blogia
Letras desde Cazarabet

Corbatón, escritor de ínsulas.

La garantía en la pluma de José Giménez Corbatón.

Cuando tengo en mano un libro escrito por la tinta de José Giménez Corbatón, me entusiasmo porque es un escritor que contagia desde cada una de sus palabras. Lo conozco como escritor desde hace relativamente poco, pero descubrí en él un no sé qué que faltaba en la vida lectora.Tengo a mi izquierda un libro encantador y mágico, sin hablar de anillos mágicos, Elfos, dragones, unicornios….Corbatón no se complica la vida y en la gran mayoría de sus libros habla de sus raíces, de aquello que más le importa y más le inspira…su tierra, esa tierra preñada de un olor que sólo se siente en ella. Bueno, a lo que íbamos el libro de hoy en Corbatón es El fragor del agua. A Corbatón le gusta hurgar en historias casi desaparecidas o que forman parte de hechos que piden paso en el presente desde la memoria enterrada del pasado, me refiero, por ejemplo, a Cambriles, libro valiente editado por el  Grupo de Estudios Masinos.Corbatón es contador de relatos, algo parecido a un trovador de nuestro tiempo y para culminar es también poeta, seguro que poeta de su tierra mojada por lluvias escasas y secada por el cierzo más valiente…..donde el Mas, las masías y los masoveros se mantienen impasibles y sin derruirse bajo un manto de inquietante quietud como si nunca hubiese pasado nadaEl fragor del agua vuelve a uno de esos lugares donde surgen los pensamientos y situaciones escritas más inimaginables. Se me hace difícil hablar profundamente de esta obra lectora, porque estoy disfrutando de ella y todavía no he respirado profundamente al cerrarlo para conmoverme y pensar:”qué bien escribe este tío….me gustaría tener su pluma…”, seguramente que para emocionar, conmover, dibujar sonrisas humedecidas por alguna furtiva lágrima. Esperen un poco y les adelantaré sensaciones en perfecta sintonía, con la salvedad de que la perfección no existe salvo en el engaño del fanatismo. 

0 comentarios